COMUNICADO DE LA PLATAFORMA DE CENTROS DE SALUD DE MADRID SOBRE EL APOYO A LOS/AS COMPAÑERAS/OS DEL SUMMA 112 Y LA APERTURA DE LOS SUAP Y CONTRA EL PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ANTE LA AUSENCIA DE MÉDICO/A DE FAMILIA EN UN CS.

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La Conferencia de Alma-Ata aludida por la Gerencia de Atención Primara en su protocolo define la Atención Primaria de Salud como «La asistencia esencial, basada en métodos y tecnologías prácticos, científicamente fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad, mediante su plena participación, y a un coste que la comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada una de las etapas de su desarrollo, con un espíritu de autorresponsabilidad y autodeterminación. Forma parte del Sistema Nacional de Salud, del que constituye la función central y el núcleo principal, es el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el sistema sanitario, llevando lo más cerca posible la atención de salud al lugar donde residen y trabajan las personas y es elprimer elemento de un proceso permanente de asistencia sanitaria «

El desarrollo de la AP se basa en el trabajo organizado de un equipo multidisciplinar, el Equipo de Atención Primaria (EAP), formado por medic@s de familia, enfermer@s, administrativ@s y Unidades de Apoyo, que comparten responsabilidades y tareas, de acuerdo con su capacitación técnica, para la consecución de un objetivo común: proporcionar una atención integral, integrada, continuada, y permanente a lo largo de la vida, desde el espacio físico de los Centros de Salud.

Hasta aquí la teoría que suscriben documento tras documento las Gerencias del SERMAS, pero su práctica desmiente esta creencia.

Desde hace 20 años, el Partido Popular, en el poder, viene descapitalizando la AP de la Comunidad de Madrid mediante unos presupuestos ridículos, una desviación constante de fondos a empresas privadas (fondos buitre, muchas de ellas) y una política de contratos basura, que expulsa a cientos de médic@s que terminan cada año la residencia de medicina de familia y prefieren trabajar en los S° de Urgencia de los Hospitales o probar suerte en otras CCAA.

Y, oh desgracia, ahora no hay médic@s que quieran cubrir las muchísimas vacantes que se producen por jubilación (situación previsible por ley de vida) o las bajas laborales de larga duración (algunas de ellas producidas por la desprotección sufrida durante la pandemia).

Lejos de afrontar de forma efectiva esta situación, arrastrada y denunciada desde hace años, la Consejería vuelve la vista y decide «delegar su responsabilidad” en el resto de los miembros del EAP convirtiendo a las enfermeras en las garantes de la continuidad asistencial, «dorándoles la píldora” con el cuento de su presunta competencia profesional, que les han negado desde hace décadas, sin facilitar, por ejemplo, el desempeño de un papel más relevante en la dirección de los Centros.

Empoderamiento de las enfermeras, sí, pero por la valía de su competencia, no porque la Consejería no tenga médic@s de familia a mano.

La continuidad asistencial se sustenta en la acción coordinada de TODO EL EAP, si falta una pata, la mesa difícilmente se puede mantener en pie.

Como Plataforma de Centros de Salud, integrada por trabajadores de todas las categorías profesionales NO PODEMOS TOLERAR que la Consejería «encuentre” en enfermer@s y administrativ@s la solución fácil para mantener la ficción de una atención continuada, que «tranquilice” a la población, mientras sigue deteriorando el servicio para propiciar el crecimiento del aseguramiento privado.

La Consejería no está llevando a cabo ni una sola medida realmente efectiva para conseguir el retorno de l@s médic@s que se marcharon y se marcharán este año, ni para poner en valor el trabajo de la AP, que pasó desapercibida para nuestros gestores durante la pandemia, por ejemplo.

No se ajustan las plantillas según determinantes sociales, no se contrata más personal administrativo que pueda realizar su función de recepción de la población y sus necesidades, se deja sin derecho a asistencia a las personas con problemas de documentación y continúa sin abrir los 37 SUAP, cerrados hace más de 2 años, dejando a la población sin posibilidad de atención en las noches y fines de semana; parece que 700.000 consultas anuales no justifican la necesidad de su apertura. Y las Urgencias Hospitalarias sobreviviendo a duras penas.

Sus únicas actuaciones se limitan a cantar las excelencias de «LO TELE”, la teleconsulta, la videollamada y los blogs, olvidando que, en Atención Primaria, la PRESENCIALIDAD es clave. Ya se están registrando fracasos de estas falsas alternativas como la Centralita Sanitarizada, que no puede solventar problemas al margen de los Centros de Salud o las agendas de problemas no demorables, que solo produce una sobrecarga brutal sobre el profesional que la desempeña cada vez.

SOLO el refuerzo en Recursos Humanos en los Centros GARANTIZA la Atención Primaria de calidad y universal que TODOS Y TODAS MERECEMOS Y SUFRAGAMOS.

LUCHEMOS POR ELLO

¡¡¡LUCHEMOS!!!